martes, 7 de febrero de 2017

Pedro Olalla y los clásicos

En el video Historia menos de Grecia de Pedro Olalla, nos narra desde un punto de vista del espectador las conjeturas que él ejerce sobre un aedo que él observa. Analiza a este aedo, cómo él se siente, sus actividades, los lugares donde ha estado, las personas que ha visto morir, sobre sus pasiones y tristeza. Este aedo quiere narrar la muerte de un enemigo con el mismo dolor que la muerte de un aliado, él quiere prestar su voz para narrar lo ocurrido con Aquiles, él quiere mostrar la grandeza y fragilidad del hombre. No quiere confundir su grandeza con la bajeza o con el fracaso, pues las asume como parte de su condición humana. Este aedo presiente que su poema, el que quiere componer, debe estar en papel, no solo en la palabra, él quiere ¨dejar la palabra expuesta al silencio de la mirada¨. Quiere que su creación sea eterna, simplemente por la humildad que posee en sí misma. Así los hombres futuros podrán asumir su destino y no solo soportarlo.


Pedro Olalla es escritor, helenista, profesor, traductor, fotógrafo y cineasta. Treinta títulos originales en diferentes lenguas y una larga serie de realizaciones en distintos países marcan la carrera creativa de este filoheleno español afincado en Grecia. Sus obras literarias y audiovisuales –que exploran y dan a conocer la cultura griega combinando elementos literarios, plásticos y científicos mediante un lenguaje marcadamente personal– han ganado la estima de un público exigente y de prestigiosas instituciones como la Academia de Atenas, la Fundación A. S. Onassis o la Universidad de Harvard. Por el conjunto de su obra y por su labor en la promoción de la cultura griega, ha recibido, entre otros importantes reconocimientos, el título de Embajador del Helenismo. Nos muestra su idea de la cultura griega con una vista  humanista sobre la agitada vida de los griegos. Lo que se nos narra no es la historia de los Aqueos o atenienses, sino la historia y vida de los hombres de todos los hombres.

Yo considero que el estudio de la literatura clásica no es algo superfluo o nimio, simplemente se ha ido perdiendo la idea de unidad, de valores, de humanidad. Por esto es que en nuestros días no se la toma como una materia que sea de trascendencia, cuando olvidamos que toda la civilización occidental partió de este pequeño lugar europeo. Como individuos nos podemos ver reflejados es más de un mito, podemos aprender de la piedad, la bondad, de las consecuencias que todos nuestros actos poseen. Alejándonos de los mitos podemos observar como esta cultura, pese a adorar dioses, jamás se vieron limitados moralmente por ellos, cosa que si ocurre actualmente.


Mirar atrás para aprender es más que necesario, es un deber. El ser humano se compone de varios aspectos y uno de estos es el arte, si el arte logra transmitirnos y formarnos, no a todos por igual, sino como una guía individual, habrá cumplido su acometido. Los griegos lo sabían, por ello su polis giraba en torno al arte. Un alma nutrida de belleza y horror, en igual medida es capaz de sentir al otro como así mismo.
Ítaca

Cuando partas hacia Ítaca
pide que tu camino sea largo
y rico en aventuras y conocimiento.
A Lestrigones, Cíclopes
y furioso Poseidón no temas,
en tu camino no los encontrarás
mientras en alto mantengas tu pensamiento,
mientras una extraña sensación
invada tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones, Cíclopes
y fiero Poseidón no encontrarás
si no los llevas en tu alma,
si no es tu alma que ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que muchas mañanas de verano hayan en tu ruta
cuando con placer, con alegría
arribes a puertos nunca vistos.
Detente en los mercados fenicios
para comprar finos objetos:
madreperla y coral, ámbar y ébano,
sensuales perfumes, -tantos como puedas-
y visita numerosas ciudades egipcias
para aprender de sus sabios.
Lleva a Ítaca siempre en tu pensamiento,
llegar a ella es tu destino.
No apresures el viaje,
mejor que dure muchos años
y viejo seas cuando a ella llegues,
rico con lo que has ganado en el camino
sin esperar que Ítaca te recompense.

A Ítaca debes el maravilloso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino
y ahora nada tiene para ofrecerte.
Si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó.
Hoy que eres sabio, y en experiencias rico,
comprendes qué significan las Ítacas.
 Kavafis


Uno de los aspectos que más aprecio de esta literatura es la idea del Polemos. Absolutamente todo ser viviente surca un viaje, el uno completamente distinto al de su congénere. Ahí radica la belleza, en tener a la vista nuestra Itaca, pese a que no tengamos claro cuál es y menos aún si llegaremos, pero ese anhelo es el que nos mueve, el que motiva al ser humano y a la humanidad. Olalla no se equivoca al estar enamorado de una cultura tan mística y real como la griega. Supieron conjugar el honor con la lealtad, bondad, honestidad e incluso la crueldad que forma parte de la naturaleza humana. Develaron al ser humano en su completa plenitud. Al vernos alejados de esta humanidad, poseemos un mundo aún más inequitativo del que se nos presenta en La Iliada, en aquella guerra se respetaba a los muertos e incluso a tu enemigo si es que este había sido hospitalario contigo en algún momento, se apreciaba a los ancianos, no por sus limitaciones sino por su sabiduría. Aquellos valores que parecen tan evidentes, en nuestros días se han olvidado, casi hasta extinguirse.


He aprendido mucho de cada una de las lecturas de los clásicos, mi visión del mundo no solo moral sino desde el punto de vista académico ha crecido de forma exorbitante. La literatura actual se cimenta en los problemas, metáforas, que ya los griegos nos presentaron, por ello funciona como hipotexto de todas las grandes obras e incluso de las menores. Apreciarlas desde su origen es donde radica el gusto y el placer hacia la lectura.  





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