sábado, 4 de febrero de 2017

El pólemos en La Ilíada

Pero cuando veo cuán pocas son las gentes que leen la Ilíada de Homero, me resigno más fácilmente a no ser leída
Marguerite Yourcenar

            ¿Qué se puede esperar de un mundo en el cual el pólemos se desarrolla de una forma desleal, en donde la areté ya no importa, donde el respeto hacia los huéspedes no existe? La gloria ya no significa mucho en estos tiempos, sustentamos nuestra vida actual en base a una superestructura en la cual aceptamos ser alienados. El ser ya no vive la ilusión de  individualidad (paradójicamente) dentro de una colectividad. Baricco muestra la profunda nostalgia que él siente y deja clara su postura “Gozar de la narración de la guerra es mejor que hacer la guerra”. Él está consciente de que, actualmente, el interés contemplativo/ apreciativo de esta obra ha decaído, el interés, en apariencia, ha mermado; sin embargo Baricco cree en el valor de La Ilíada al igual que Yourcenar. Ambos tienen consciencia de que La Ilíada no es un libro más dentro de la historia. Es la luz que entra por la mañana y nos deja contemplar las partículas que divagan en el aire. Su presencia nos puede resultar, ha momentos, desapercibida, empero es el hipotexto de miles de obras, es la base del constructo humano.

            El pólemos dentro de La Ilíada junto al motivo del héroe es fácil de asociar, mas no tan sencillo de entender debido a nuestro contexto. En Grecia los conceptos de belleza, obediencia, elección, familiaridad, amistad, amor, imperaban en la instrucción de las personas que eran ciudadanos. Actualmente su conocimiento no es imperativo en las escuelas o universidades, aunque debería; sin embargo todos conocemos lo que es la guerra, y el héroe ha llegado a ser asociado a un ser normal que se diferencia de los demás por su valor (omitiendo a los antihéroes que pese a todo poseen otra clase de fuerza). Simone Weil propone como tema central de La Ilíada, la fuerza. Todos sus personajes se ven sometidos a la misma, en un punto están en la cumbre y al otro están en el suelo, para ejemplificar esta alternancia Weil utiliza la imagen de una balanza. Esta balanza se inclina dependiendo de la fuerza de sus propias acciones. Weil hace la relación del cuerpo del hombre como una “cosa con alma”, esta cosificación se da por la fuerza misma, incluso Aquiles se ve sometido por esta fuerza, pero en su categoría de héroe su alma no habita solo una cosa, sino un cuerpo que, a momentos, se ve doblegado por la fuerza cosificadora.

            Homero exime al héroe de esta balanza propuesta por Weil, pero tampoco lo abandona en la cosificación. En Aquiles su areté es la que mantiene a su alma dentro de su cuerpo. En este punto podemos ver la humanización que le da Homero a Aquiles, que a pesar de estar en cólera, depone su orgullo a petición de Patroclo, se muestra bondadoso con Príamo y le devuelve el cadáver de su hijo. Aquiles así equilibra la fuerza utilizando la “fuerza que no mata” propuesta por Weil, cabe recalcar que no todos corren con la misma suerte dentro de la obra. Los sirvientes son cosas y la “fuerza que mata” está sobre ellos, solo se humanizan a través del amor que sienten hacia sus amas, al momento en que ellos mueren sufren por el amor que sienten y porque socialmente han muerto junto con su amo.

            En el texto Communication without words de Elizabeth Minchin, traslada la fuerza propuesta por Weil a la palabra misma “the Word as a battlefield”. Para Minchin la comunicación dentro de la obra también tiene lugar en la ausencia de palabras. Algunos silencios aportan al carácter del héroe como Aquiles o Héctor, sus silencios revelan disciplina. Para Jean Pierre Vernant esta fuerza, este carácter y disciplina que caracterizaban a los héroes de La Ilíada llegaba a su punto máximo a través del Kalós thánatos o muerte bella. Esta muerte enaltecía al héroe muerto en batalla. El morir viejo era una desvalorización del ser, no lograba inmortalizarse en la memoria.


            La memoria es otro campo de batalla. Jean Pierre Vernant dice “la única muerte es el olvido”, si tomamos como cierta esta premisa, los héroes son héroes per se, gracias al otro. La fuerza que no mata, propuesta por Weil, impresiona al otro por las hazañas realizadas por el héroe, por su muerte en batalla, por su Pánta Kalá. Tomando en cuenta estos detalles podemos entender por qué para Baricco es tan importante concentrarse más en el acto de gozar esta narración bélica, que si bien es cruenta, es justa. Este sentido de justicia, igualdad y respeto es el que hemos perdido actualmente.

            Ya no se busca la belleza dentro de la adversidad. La guerra ha devenido en un acto meramente mecánico, mientras más se humille al otro, la posición del enemigo aumenta; sin embargo por esto es que la humanidad ha perdido la visión de hacia dónde quiere llegar. La muerte solo por la muerte carece de significado, la muerte con dignidad se ha quedado en la narrativa, como un acto hermoso casi idílico. Supongamos que no respetamos la memoria, supongamos que ya no existe areté la cual respetar, supongamos que ya no existen héroes que permanezcan vivos gracias a la memoria. No hay que suponer tanto para darnos cuenta de la desmoralización e inconsistencia espiritual. El campo de batalla ya no posee belleza, nos hemos encargado de anular a todo atisbo de grandeza en la individualidad. Ahora todos morimos en la colectividad, en el pólemos al cual todo ser humano debería adscribirse.

 Material de Apoyo:
https://www.youtube.com/watch?v=k4tSs7S8sUg
https://www.youtube.com/watch?v=bQ1mgeQhGMk
https://www.youtube.com/watch?v=ue7FC0DygPM
Bibliografía:
 A, Baricco.(2005).Recuperando La Ilíada.Extraído de la revista:De libros, libreros y librómanos
E, Minchin.(2008). Communication without words. Australia. The Australian National University
S,Weil. La Ilíada, o el poema de la fuerza. Extraído de: http://hjg.com.ar/txt/sweil/sw_iliada.html



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